¿Cómo sobrevivir a la crisis cuando se es microempresario?
En la actualidad nos encontramos ante una encrucijada. Por un lado, estamos rodeados de pesimismo y malos índices en materia económica, los cuales suponen mezquinas cifras de crecimiento...
En la actualidad nos encontramos ante una encrucijada. Por un lado, estamos rodeados de pesimismo y malos índices en materia económica, los cuales suponen mezquinas cifras de crecimiento para el país. Por otro, las consecuencias de la desaceleración nos otorgan la oportunidad diaria de buscar nuevos horizontes, generar alianzas y crear una economía nacional más integrada. En base a lo anterior y con el ánimo de amortizar la literatura negativa que surge en momentos de dificultad, debemos entender y conceptualizar tales dificultades como parte necesaria de un ciclo (fluctuaciones cíclicas), que si es sobrellevado con astucia, en su cara menos amable, no tiene otro término que llevarnos al éxito y la consolidación.
Complementando lo ya dicho es necesario adoptar pequeñas pero importantes medidas a la hora de hacer frente a las externalidades negativas que una crisis económica trae consigo, siendo la "austeridad" la palabra clave que resume de mejor manera el marco genérico de las decisiones que deben tomarse.
En primer lugar tenemos que tener claro que la inmensidad de una crisis es más grande de lo que las pequeñas empresas pueden manejar. No pueden hacer mucho, por lo que deben cuidar su dinero y ser conscientes de que deben autovalerse, siendo inmensamente relevante la toma de decisiones acertadas. Las pequeñas empresas son por esencia vulnerables a los periodos de desaceleración económica dado que dependen de la liquidez. Debido a su poca envergadura con frecuencia no cuentan con suficiente poder de negociación para retardar o anticipar pagos a proveedores y clientes u obtener créditos a corto plazo, es por esto que la idea de austeridad toma fuerza y debe armonizarse con seis recomendaciones fundamentales que a continuación exponemos:
1. Reestructure su plan de negocios, intente redefinir los aspectos más relevantes de la ejecución de su negocio. Privilegie la calidad por sobre la cantidad en sus ventas con el objeto de fidelizar al usuario final, ya sea de un servicio o un bien de consumo. Lo anterior le garantizará tener asegurado un piso mínimo de ventas que evitaran llevarlo al estrés y la incertidumbre financiera.
2. Corte gastos innecesarios, viva conforme a los tiempos, evite el exceso de lujos, adopte un estilo más sobrio y sea justo con sus empleados. Si es necesario desenfundar el overol y volver a ser parte de procesos productivos como en los inicios de su empresa, no lo dude pues siempre es bueno volver al origen para reinventarse. Con estos sencillos pasos si bien disminuirá su calidad de vida, dicho cambio no afectara de forma sustancial pues recuerde que no será una situación permanente.
3. Asegúrese de retener y recompensar a las personas con talento, pues no obstante nadie es indispensable, el éxito o vida de su empresa se debe en gran medida al aporte de ellos.
4. Sea abierto: incremente y fortalezca su red de contactos con inventores, universidades, comunidades online y clientes innovadores.
5. Aumente el uso de la tecnología y vea la adopción de la tecnología como una herramienta para repensar su negocio y encontrar áreas de mejora y oportunidades de innovación.
6. Busque generar alianzas estratégicas. Nadie tiene buenos conocimientos en todas las áreas por igual. Construir una red de cooperaciones o asociaciones con empresas o personas con capacidades complementarias abre muchas oportunidades al éxito. Otras empresas lo recomendarán y usted las recomendará a ellas. Pero cuidado! sea prudente al emprender acciones con empresas de dudosa reputación o proyecciones futuras. Si se gestionan alianzas con las empresas indicadas es muy probable que asuma con mayor tranquilidad las etapas más difíciles del ciclo económico.
Con estos sencillos consejos podrá blindarse de mejor forma frente a las complejidades clásicas que debe enfrentar un pequeño empresario y recuerde, "no hay genios sin esfuerzo" decía Antonio Machado, poeta español.