CAPSULA JURÍDICA: DESPIDO POR NECESIDADES DE LA EMPRESA

En los últimos días ha salido en las noticias que desde el inicio del estallido social, las empresas han tenido que despedir aproximadamente 140 mil trabajadores por necesidades de la empresa, ¿Pero que eso? ¿Qué puedo hacer como trabajador?

En primer lugar hacer presente que en Chile no existe el despido libre ni por cualquier argumento, el empleador solo puede despedirte por las causales que expresamente le señala la ley, entre las que se encuentra la causal de necesidades de la empresa.

Esta causal tradicionalmente utilizada por los empleadores, debido a la ambigüedad que se establece en la ley, solo debe referirse a situaciones de carácter externo y económico de la empresa, situaciones objetivas, que quiere decir que no se puede despedir a un trabajador por su calidad, aptitudes individuales y profesionales, o simplemente reemplazarlo por que trabaja mal.

Si el empleador decide despedir por esta causa, debe dar un aviso por escrito con 30 días de anticipación, en la cual debe detallar cuidadosamente los hechos en que se funda el despido, y debe señalar además el monto total a pagar por la indemnización por años de servicio, la que equivale a la última remuneración mensual que recibe el trabajador por cada año de servicio, con un tope de 11 años.

El trabajador al momento de firmar su finiquito, considera que está siendo mal despedido o que la indemnización es menor a la que le corresponde, debe efectuar una reserva de derechos o simplemente no firmarlo, y recurrir a la inspección del trabajo o a los Tribunales de justicia, respecto al cual la ley otorga un plazo de 60 días desde el despido, el cual se suspende por el reclamo que se efectué a la inspección, pero que no puede extenderse más allá de 90 días desde la separación del trabajador.

Si el Tribunal acoge la demanda y considera que fue mal despedido, que este fue injustificado, aplicara un recargo del 30% sobre la indemnización por año de servicio.

Por último, debido a lo corto del plazo para demandar que el despido fue injustificado, hacerse asesorar lo más rápido posible por un abogado para la efectiva defensa de sus derechos.