El debate en torno a la reducción de la jornada laboral en Chile
A nivel mundial, Chile ocupa el quinto lugar entre los países que más horas dedica a laborar. Sin embargo, es uno de los menos productivos.
A mediados de marzo, la diputada comunista Camila Vallejo propuso reducir la actual jornada laboral en cinco horas, un proyecto que reabrió el debate de cuánto trabajamos los chilenos en comparación a otros países.
La parlamentaria explicó que el objetivo de su propuesta es que los trabajadores tengan más tiempo para estar con su familia y tener más tiempo de ocio, lo que se traduciría -a su juicio- en menos casos de depresión, estrés laboral y mayor productividad.
En concreto, su propuesta es que la jornada pase de 45 a 40 horas sin reducción de salario, es decir, la hora de trabajo incrementaría su valor.
Y ese que, pese a que Chile en 2005 ya redujo su jornada laboral de 48 a 45 horas, sigue siendo uno de los países que más trabaja en el mundo.
Según las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile ocupa el quinto lugar entre los países que más horas dedica a laborar, siendo 1987 horas al año. Sin embargo, es uno de los menos productivos; 30 dólares de Producto Interno Bruto (PIB) por hora trabajada.
Por otra parte, una encuesta realizada en 2015 por el portal Trabajando.com, consignada por El Mostrador, reveló que el 82 por ciento de los chilenos ha presentado un cuadro de estrés en los últimos 12 meses, mientras que el 43 por ciento reconoció haber presentado cuadros de ansiedad, estrés o insomnio en los último meses.
¿Qué dicen las cifras internacionales? La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que un tres por ciento del PIB se pierde a causa del estrés laboral, el que se incrementa cuando las jornadas laborales son más extensas.
Por contraparte, países como Alemania son 1371, en Holanda 1419 y en Noruega 1424 -los que tienen jornadas laborales más cortas- aumentaron su productividad al reducir las horas de trabajo.
Es por eso que Suecia ya está experimentando en algunos estados con jornadas laborales de seis horas, lo que hasta ahora los trabajadores califican positivo, pues reconocen que les cuesta menor estar concentrados seis horas en vez de ocho.
Pese a las buenos resultados que hay en el mundo, en Chile el tema aún divide. De igual forma, el proyecto de la diputada Vallejo fue declarado admisible en la Cámara de Diputados con 21 votos a favor y 41 en contra.
Esto significa que el proyecto será discutido en la Cámara, pero la amplia oposición que tuvo hace pensar que el debate será extenso y no será fácil llegar a un consenso.
No obstante, hasta ahora, dos candidatos presidenciales han valorado la iniciativa: La senadora de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, y el independiente Manuel José Ossandón, quien han reconocido la importancia de que los trabajadores tengan más tiempo de descanso.
Esto porque, en la actualidad, nuestro legislación señala que las jornadas de trabajo deben ser de un máximo de 45 horas semanales, distribuidas en no menos de cinco días ni más de seis, y tampoco puede exceder las 10 horas diarias. Cualquier aumento de horario, debe ser pagado como hora extraordinaria.
Esto quiere decir, que a la ya extensa jornada, el trabajador podría sumarle más horas de trabajo. Quienes lo hacen principalmente indican que es por necesidad económica. Si a esto le sumamos los tiempos de traslados, finalmente el empleado más pasa tiempo con otros que con su familia, lo que podría mejorar considerablemente si el proyecto fuera aprobado por el Congreso.