Pena de muerte en Chile, ¿es posible?

El crimen brutal crimen contra una menor de 1 año 11 meses reabrió un debate que por años estuvo guardado en un baúl en Chile: ¿Es posible volver a implementar la pena de muerte en Chile?

A principios de este año se conoció el caso de Sophia, una menor que fue golpeada por su padre hasta causarle la muerte.

Tanto las policías como el equipo médico que intentó ayudar a la pequeña hablaban del impacto que les causó ver las condiciones en la que estaba Sophia y -peor aún- establecer que muchas de esos golpes se arrastraban desde hace mucho tiempo.

La situación generó tal indignación en el país que en distintas comunas de todo Chile se organizaron velatones en memoria de la pequeña, mientras que otros -entre ellos parlamentarios- comenzaron a exigir que se implemente nuevamente la pena de muerte en Chile para los crímenes que se cometan contra niños. ¿Es posible?

La pena de muerte se aplicó en Chile desde la época de la Colonia. En 1875 fue incluida en el ordenamiento jurídico y de ahí funcionó hasta el año 2001 cuando fue abolida, durante el Gobierno de Ricardo Lagos, mediante la Ley 19.734 que modificó el Código Penal, la Ley De Seguridad del Estado y el Código de Justicia Militar. En su reemplazo se instauró el presidio perpetuo calificado.

Durante ese tiempo, 58 personas fueron condenadas a la pena de muerte: "29 de ellos habían cometido robo con homicidio; 24, homicidio calificado; uno por asalto con homicidio; uno por homicidio con incendio y tres por homicidio con violación", detalla Wikipedia.

Sin embargo, pese al apoyo de parlamentarios con el que actualmente cuenta la idea de restituir la pena de muerte, es panorama se ve complejo en Chile, pues significaría modificar la Constitución y renunciar a su permanencia en el "Pacto San José de Costa Rica".

Por otra parte, si se renunciara a este pacto en forma parcial, también habría conflictos con el artículo 44 de la Convención de Viena.

Pese a todo, la idea sigue siendo defendida por quienes consideran que es la única forma de parar con las agresiones, violaciones y homicidios de niños.

Los detractores en cambio, cuestionan la medida y recalcan uno de los casos más emblemáticos en Chile, el fusilamiento de Jorge del Carmen Valenzuela Torres, el llamado "Chacal de Nahueltoro".

El hombre fue condenado en 1960 a la pena de muerte por matar a su mujer de 38 años y a cinco niñitos. Sin embargo, Valenzuela era un alcohólico, analfabeto que llevaba una vida casi "salvaje".

Durante los tres años que estuvo en la cárcel aprendió a leer y escribir, aprendió religión y entendió la diferencia entre el bien y el mal. Además se arrepintió de sus crímenes, de los cuales casi ni se acordaban pues estaba completamente ebrio cuando los cometió.

Pese a todo este trabajo de reinserción, el hombre fue fusilado el 30 de abril de 1963.

Esta historia es uno de los argumentos que entregan los contrarios a la pena, pues aseguran que la ley estaría enfocada en castigar y no en reinsertar y proteger y promover los derechos de los niños.