Tres consejos para cuidar nuestra privacidad en Internet

A principios del año 2017 se presentó el Tercer Informe Trimestral de Penetración a Internet realizado por el Ministerio de Telecomunicaciones, el cual reveló que más de 15 millones de chilenos ya están conectados a Internet, ya sea a través de un computador, tablet o de un Smartphone.

Y es que hoy día pareciera que el mundo está al alcance de un click; podemos vitrinear, comprar, comparar, solicitar servicios, planificar cumpleaños, aprender un idioma, tomar terapia… todo sin movernos del escritorio.

Sin embargo, con tanta conectividad también vienen los riesgos de exponer demasiado nuestra vida privada o de entregar información que nos hace propensos a ser víctimas del cibercrimen.

Un ejemplo de esto es que durante el primer semestre del año 2017 se reportaron casi 24 mil ciberdelitos, según información entregada por Subsecretaría del Interior. De este total, 23.411 delitos estaban vinculados al uso indebido de tarjetas de crédito y débito, como la clonación.

Las Redes Sociales también han sido un tema de discusión por la cantidad de información que entregamos sin danos cuenta. Basta una foto de nuestro hijo en uniforme y ya se puede saber en qué colegio va, basta registrar una visita para saber qué lugares frecuentamos, basta etiquetarse en una actividad de viaje para que otros sepan que estamos de vacaciones, que las casa está vacía, etcétera.

Por esto, la privacidad y seguridad está principalmente en manos de los usuarios, así que aquí te explicamos qué acciones realizamos que vulneran nuestra privacidad:

• Oversharing: Compartir de manera desmedida información a través de las Redes Sociales. De esta forma se puede saber qué lugares frecuentes, dónde vives, tus horarios de trabajo, quiénes son tus amigos, qué tipo de auto tienes… todo provee una información.

¿Qué hacer? En Facebook debes revisar la configuración de privacidad para revisar si las fotos y publicaciones que estás subiendo están disponible sólo para tus amigos o abiertas a todo público. También puedes seleccionar la opción de autorizar las etiquetas, que tu información personal sólo puedas verla tú y quiénes pueden ponerse en contacto contigo, entre otras cosas que encontrarás en la configuración.

En Twitter puedes impedir que se te etiquete en fotos, hacer que tu cuenta sea privada y que sólo las personas que tú autorices vean tus tuits; y también puede evitar que la app informe automáticamente la localización desde la que se hizo la publicación.

Tanto en Facebook como en Twitter en la sección "configuración de aplicaciones" puedes ver qué aplicaciones tienen acceso a tu información de perfil. Si ves una sospechosa, elimínala de inmediato.

En Youtube también existe la opción de que mantengas en privado todos los videos que te gustan y la lista de reproducciones guardadas, al igual que tus suscripciones.

• Protocolos inseguros: Pones a disposición de criminales información sensible por aceptar solicitudes sin saber de qué se trata o descargar tentadoras aplicaciones como "quién revisa tu perfil o tu foto" sin que éstas cuentan con seguridad o protección de datos.

¿Qué hacer? Cada vez que te conectes a un WiFi puedes seleccionar la opción de "red pública" pues automáticamente se adoptan configuraciones más restrictivas, sobre todo en lo que respecta a compartir archivos. Sin embargo, lo ideal es que cuando te conectes a redes de terceros no navegues en página donde haya información personal tuya.

• Códigos maliciosos y phishing: A través de estos se roba información financiera, espían tu comportamiento en redes sociales así te envían spam personalizado que tiene por objeto seguir robando datos. También se hacen pasar por otros sitios para que el usuario distraído ingrese y entregue datos sin percatarse de que no están en el sitio oficial.

¿Qué hacer? Evita ingresar a links que se parezcan sospechosos, evita sitios inseguros (que no tienen el candado en Https), no realices operaciones financieras cuando estés conectado a WiFi públicos, no completes formularios si desconoces el origen, actualizar sistema operativo o aplicaciones regularmente, aceptar sólo contactos conocidos, descargar aplicaciones desde sitios oficiales, evitar la ejecución de archivos desconocidos que lleguen por mail.

Si tenemos cuidado con estas tres acciones, estaremos evitando ser víctimas de un ciberdelito y protegiendo a quienes más queremos.