Los avances de la gratuidad en la educación superior

La gratuidad en la educación superior fue una de las principales promesas que realizó al Presidenta Michelle Bachelet durante el periodo de campaña, la cual aún no se ha podido concretar en su totalidad.

La iniciativa era más bien "la guinda de la torta" de su programa de gobierno y, para poder cumplir con el compromiso, se debía -primero- sacar una reforma tributaria que permitiera financiar la gratuidad.

Finalmente, la cuestionada y ampliamente criticada reforma tributaria logró salir adelante y se comenzó a concretar la gratuidad aunque en porcentajes.

Actualmente, el 50 por ciento de los estudiantes más vulnerables ya tiene asegurada la gratuidad y durante el pasado mes de julio se aprobó en la sala de la Cámara de Diputados avanzar al 60 por ciento para el año 2018, iniciativa a la que aún le quedan etapas, pues ahora será discutida en el Senado.

Se concrete o no el 60 por ciento, la mitad de los jóvenes más vulnerables ya tiene acceso a la educación superior de forma gratuita.

¿Cómo se accede a esta gratuidad? El sistema considera la información que ingresan los jóvenes a través del Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS) y de ahí selecciona al 50 por ciento de los estudiantes que provienen de las familias con menores ingresos.

Una vez seleccionados, deben elegir una carrera en los establecimientos que se inscribieron en la gratuidad, lo cual incluye a universidades estatales, privadas no estatales comprendidas en el art. N° 1 del DFL N°4 de 1981 y privadas acreditadas al 23 de diciembre de 2016 por al menos cuatro años.

En el caso de los centros de formación técnica e institutos profesionales, estos deben ser sin fines de lucro o tienen que haber comprometido con el Ministerio de Educación su futuro traspaso a ser una entidad sin fines de lucro.

Sea cual sea el tipo de establecimiento, todos deben asegurar un sistema de ingreso transparente y que no haya discriminación arbitraria.

Otro requisito es no poseer algún grado académico o título profesional y, en el caso de ya ser estudiante, no haber excedido la duración normal de la carrera.

Por último, se debe ser chileno o bien extranjero con los estudios de enseñanza media finalizados en Chile.

Actualmente, son 32 las universidades que se encuentran inscritas en la gratuidad, seis los institutos profesionales y seis los centros de formación técnica.

No obstante, el avance de la gratuidad es incierto, pues algunos candidatos presidenciales no están de acuerdo. Ellos son José Antonio Kast y Sebastián Piñera, quienes han manifestado que es injusto que jóvenes que sí pueden pagar su educación estudien gratis.

Por ejemplo, Piñera ha afirmado que mantendrá el 50 por ciento de la gratuidad que actualmente señala la ley y que para el resto creará un sistema más justo de becas y de préstamos, para que después los beneficiados devuelvan al Estado lo que se les prestó.

Otros candidatos en cambio, como Alejandro Guillier y Beatriz Sánchez, han respaldado la gratuidad, asegurando que continuarán aumentando el porcentaje de beneficiados, en sus eventuales gobiernos, hasta llegar al 100 por ciento.