Reabren indagatoria por caída del CASA 212, la mayor tragedia aérea de Chile

El caída del avión CASA 212 de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), ocurrido el 2 de septiembre de 2011 en el archipiélago de Juan Fernández, ha sido uno de los casos más emblemáticos de los últimos años en Chile y la mayor tragedia aérea en la historia aeronáutica chilena.

Han pasado seis años desde que las 21 personas que se desplazaban en el avión murieran. Entre ellos se encontraba el principal animador de la televisión nacional, Felipe Camiroaga, junto a otras importantes personalidades el mundo televisivo y social.

Sin embargo, pese a la magnitud de la tragedia, el caso hasta ahora se ha mantenido sin que se determinen responsables. Situación que hoy podría cambiar, pues en febrero los querellantes alcanzaron un importante logro: Que el caso fuera reabierto.

Así lo decidió el presidente de la Corte Marcial, Hernán Crisosto, quien accedió a la solicitud de los abogados de los familiares de los fallecidos, quienes solicitaron nuevos peritajes que ayuden a determinar responsabilidades de lo que consideran un cuasidelito de homicidio.

En este contexto, el Primer Juzgado de Garantía de Santiago además se declaró competente para ver y resolver en la causa, decisión fue valorada por Cristián Arias, abogado de la familia de una de las víctimas, pues -a su juicio- "la justicia militar no ofrece las garantías del debido proceso que sí ofrece la justicia civil, tanto para los imputados como para las víctimas".

Hasta ahora, la única conclusión de la Fuerza Aérea ha sido que el accidente se produjo debido a las malas condiciones climáticas, a los errores de pilotaje y de la tripulación.

Pero para algunos familiares de las víctimas, como Jorge Cabezón, hermano del fallecido camarógrafo de TVN, Rodrigo Cabezón: "Faltan todavía muchas cosas que se tienen que aclarar antes de cerrar el caso. Hay unos careos pendientes que nos parecen interesantes. Todo esto en pos de la verdad. La versión que dio la Fuerza Aérea nosotros no la creemos. Yo creo que todo esto ha sido un montaje. Entonces, ya es tiempo que sepamos dónde estuvieron los errores".

Esto, porque los querellantes consideran que es imposible que la autorización del vuelo y que la falta de procedimientos de seguridad hayan sido exclusiva responsabilidad de los tripulantes fallecidos.

En ese sentido, aseguran que el viaje debió ser programado y autorizado por altos mandos que aún no han sido identificados y que, por lo mismo, no han aportado a que el caso se esclarezca.

Si en este nuevo proceso se lograran determinar culpables, las penas que podrían enfrentar los responsables van desde los 61 días de privación de libertad, hasta los tres años, condenas que hasta ahora no se ha podido lograr, pues los cuatro imputados fueron absueltos por la Justicia Militar, de ahí la importancia para los querellantes de que el caso sea visto por la justicia civil.

Cabe mencionar que luego de la tragedia, el Gobierno decretó dos días de duelo nacional. Además, miles de personas asistieron a los velorios y funerales de las víctimas, por lo que se trata de un caso que mantiene un alto interés ciudadano.